EROSIÓN FLUVIAL El agua es un erosivo muy enérgico. Las aguas fluviales constituyen un agente erosivo de primera magnitud. Cuando el suelo ha quedado desprotegido de la vegetación y sometido a las lluvias, los torrentes arrastran las partículas del suelo hacia arroyos y ríos. El suelo, desprovisto de la capa superficial, pierde la materia orgánica (humus) y entra en un proceso de deterioro que puede originar hasta un desierto. Los ríos se caracterizan por erosionar verticalmente el terreno dando lugar a valles fluviales y cañones. Cursos fluviales La erosión debida a la corriente de agua es proporcional a las pendientes del relieve y, en el caso de los ríos, a su perfil longitudinal, por lo cual suele dividirse en tres partes: curso superior, medio o inferior.
- En el curso alto, que incluye la cabecera y primeros kilómetros de recorrido del río, predominan las grandes pendientes y las aguas discurren rápidamente. El cauce es estrecho y poco profundo. Excava un profundo valle en forma de “V. Las aguas tienen tanta fuerza que excavan profundos desfiladeros o gargantas. En las zonas con desniveles pronunciados se forman cascadas o cataratas, desfiladeros, cañones…
-
En el curso medio se encuentran las pendientes más suaves con valles más abiertos y planos. Las aguas bajan más lentas por lo que se forman ondulaciones llamadas meandros.
-
En el curso bajo disminuye la velocidad de las aguas porque el desnivel es pequeño y el río deposita los materiales que arrastra en suspensión y forma, a veces, llanuras aluviales, que son terrenos muy fértiles. Al final del curso bajo está la desembocadura del río. Podemos encontrar dos tipos básicos de desembocadura: estuarios, en los que se mezcla el agua dulce del río con la salada del mar, y deltas, terrenos de forma triangular formado por la acumulación de los materiales que transportaba el río.
Delta
Estuarios
Vertientes fluviales
Vertiente: declive por donde corre el agua. Vertiente hidrográfica: conjunto de afluentes (ríos y afluentes) que desembocan en el mismo mar. En España podemos encontrar tres tipos de vertientes fluviales:
– Vertiente Atlántica: ocupa el 65% del territorio peninsular. La mayor parte de los ríos de esta vertiente, recorren la meseta central y también la depresión del Guadalquivir.
– Vertiente Cantábrica: se sitúa en le norte peninsular y comprenden los ríos vascos, cántabros y gallegos, ocupan aproximadamente el 5% del territorio peninsular.
– Vertiente Mediterránea: Ocupa el 30% del territorio peninsular. Esta localizada en el este y el sureste peninsular.